La historia de la cerveza Bachmann es la historia de una familia de trabajo, pionera en la Patagonia Argentina.

La familia Bachmann llegó a Bariloche en 1907, impulsada por la búsqueda de un mejor futuro, al igual que miles de inmigrantes que arribaron al país desde el viejo continente por aquellos años. El espíritu emprendedor y la búsqueda de nuevos desafíos fue una característica que impulsó a cada generación de los Bachmann y que forjó el nacimiento de nuestra cerveza en 1999. La cerveza nació, primero como un hobby, el de Andrés Llanes y su mujer Susana Bachmann. Fueron perfeccionando sus recetas en la cocina de su hogar familiar de la calle Elflein, conocida como la antigua “Casita Bachmann”, hoy patrimonio histórico de Bariloche. Tiempo después, ese hobby se convirtió en un recurso laboral, en el marco de la crisis económica aguda que atravesó la Argentina a fines de los años 90. En aquellos años, se impusieron los clubes del trueque y fue allí donde vecinos y amigos conocieron la primera “Pale Ale”, donde esperaban, cada sábado, en la puerta del club, a que llegara Susana para conseguir una “botellita” antes que se acaben. Era muy divertido, y asombroso, el desconocimiento sobre cervezas en aquella época en Bariloche. Cuando llegaba Susana al club, decían “¡Ahí viene “Pale Ale!”, porque pensaban que ese era el sobrenombre de Susana.

Al poco tiempo, los clientes podían disfrutar y comprar cerveza en la misma casita Bachmann, donde era elaborada en familia.

Fue el nacimiento de un sueño que impulsó al matrimonio a dejar sus trabajos y dedicarse de lleno a esta pasión, acompañados por la fidelidad y cariño de cientos de clientes que día a día visitaban la cervecería.

Recién en 2007, Susana y Andrés decidieron abrir su primer brewpub, en la antigua casa de la calle Vice Almirante O´connor, donde aún funciona uno de nuestros locales. El pub era atendido por ellos mismos y sus hijos y la elaboración era 100% a la vista. Se ofrecían cuatro estilos de cerveza que hoy se siguen produciendo: Ambar, Negra Schwarzbier, Pilsen y con frambuesa. También se comenzaron a elaborar comidas caseras de origen alemán como Pretzel o Chucrut, y además comidas típicas locales, como truchas, goulash y picadas de carnes salvajes, las cuales hoy son marca registrada de Bachmann. Fue el nacimiento de un sueño que impulsó al matrimonio a dejar sus trabajos y dedicarse de lleno a esta pasión, acompañados por la fidelidad y cariño de cientos de clientes que día a día visitaban la cervecería.

Hoy la cerveza Bachmann se puede disfrutar en los locales propios en Bariloche y en muchos otros bares a lo largo y lo ancho de la Argentina.

Este sueño fue creciendo, convirtiéndose además en pasión de muchos argentinos que buscan nuevas experiencias en sus bebidas, impulsando la creación y búsqueda de nuevos estilos de cerveza. El movimiento cervecero fue impulso para llegar a tener 11 canillas de los más diversos estilos de cerveza y a abrir junto a sus hijos un segundo local en el barrio cervecero de la ciudad en el año 2013.

Hoy la cerveza Bachmann se puede disfrutar en los locales propios en Bariloche y en muchos otros bares a lo largo y lo ancho de la Argentina. Quienes hacemos Bachmann nos esforzamos para que esta historia de pasión, esfuerzo y perseverancia se transmita en cada pinta que servimos.